No se podía concebir que Cebreros, siendo una zona vitivinícola muy importante estuviese sin una fiesta dedicada a la vendimia y a sus vinos.
En la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento pensaron que sería bueno para el pueblo dar a conocer nuestros vinos más aún y al mismo tiempo ofrecer la oportunidad a los productores de la zona de exponer sus caldos también aquí, en nuestro pueblo.
La idea fue buena y se decidió que en la segunda quincena de septiembre sería la fecha idónea para celebrarla, máxime cuando se está recogiendo la uva blanca y a punto de comenzar con la negra. Así en el año 2000 fue el primer año que se organizó este evento, en la Plaza de España de la localidad. La afluencia de público fue muy numerosa y más siendo sábado notándose también la llegada de los visitantes, ante este hecho que se organizaba por vez primera.
En esta fiesta invitaron a los cosecheros de los pueblos limítrofes y de la comarca con el fin de que expusieran sus vinos juntos con los del pueblo para que pudiesen ser degustados por todas las personas que se congregaban para disfrutar de esta fiesta, y tomar algunos de los dulces ofrecidos.
Esta fiesta de la vendimia consiste en apuntarse por parejas, en el ayuntamiento, a las que llevarán a una viña, que previamente han contratado, para el corte de la uva en un tiempo cronometrado y ante un jurado. Finalizado ese tiempo, en la plaza, se hace el pesado de las uvas cortadas y a continuación se procede al pisado de los racimos, también en tiempo cronometrado, en unas cubas que tienen una espita para que pueda salir el mosto que va cayendo en unas cubetas, donde se recoge, para su medición. La pareja que haya conseguido más quilos de cortada y más litros de mosto, es la ganadora, obteniendo un premio en metálico más el correspondiente trofeo. Hay tres premios para las tres parejas mejores.
Una vez que han terminado todas las parejas, el cura bendice los mostos que luego serán degustados por los asistentes que lo deseen.
Para hacer un poco más amena la tarde noche, mientras las parejas siguen con las faenas del pisado de las uvas, bien la banda de música municipal o la gaitilla y tamboril, contratados para este menester, amenizan la fiesta con algunas piezas musicales. Al mismo tiempo puedes tomarte un sequillo o mantecado acompañados de un vaso de vino que el ayuntamiento obsequia a todos los asistentes.
Este fiesta tan sólo se lleva celebrando tres años y cada año va cogiendo más auge.
El viernes, para dar un carácter más oficioso a esta fiesta, suelen invitar a personas expertas en temas vitivinícolas o de la agricultura que dan charlas coloquio en el cabildo que suelen ser interesantes.
Como despedida, el domingo, se celebra alguna competición deportiva en la que hay varios trofeos y premios en metálico para los ganadores.
Francisco Prieto García