Los Carnavales de Cebreros gozan de una tradición remota sin que se sepa cual fue la fecha de su comienzo, aunque sabemos que se han celebrado durante más de 200 años.
Pasadas las fiestas navideñas la gente pensaba ¡ ya en los Carnavales !. Por los años 1957-1959, los chavales cuando salíamos de la escuela por la tarde nos subíamos a "los sobraos" a mirar los baúles de la abuela y ver que nos podíamos poner para disfrazarnos.
Antíguamente no se tiraba nada en las casas, todo podía servir para carnaval, desde paraguas rotos, maletas, vestidos, enaguas, gorros y un sinfín de cosas. Las niñas se vestían con zapatos de tacón, con las toquillas de la abuela, llevaban los bolsos de la madre y se pintaban los labios. Los niños con las zamarras y pellizas del abuelo, con gorras y con garrotes. Otros llevaban paraguas rotos, recorriendo las calles del pueblo sin parar de cantar coplillas. No se dejaba "sobrao" sin registrar ni baúl sin revisar.
De las casas salía el olorcillo delatador de que allí se estaban preparando los dulces, las rosquillas y retorcíos, como preludio de los carnavales. Algunas personas llevaban la masa preparada en casa a las tahonas para cocer los tradicionales mantecados y sequillos.
Todo el pueblo desprendía un olor especial en estos días.
Los hombres llenaban las botellas de vino de los toneles guardados en las bodegas para tomarlo con los bollos y poder ofrecerlo a los amigos, parientes y visitantes que acudían estos días al pueblo.
Cada barrio se disfrazaba de una cosa, recorriendo las calles del pueblo a modo de charangas; podríamos hablar del Caño Atrás, el Tío Cano Castaña, Perritos; en el Altozano, teníamos a las hermanas Parro, Paco el Bique, Mario; en la calle la Sangre estaba Paco Maximino y sus hermanas; en la calle Alfonso VI estaba Samuel que animaba a los vecinos a disfrazarse. Recuerdo que en el año 1957 cayó en el pueblo una nevada de más de 30 centrímetros, y Samuel el marido de Kika la Maguela reunió a los vecinos de la calle y vestidos de lo que cada uno pudo sacar de los baúles nos fuimos por el pueblo cantando coplillas al son de las sartenes, tapaderas y alguna botella de anís, descansando para comer de vez en cuando un bollo.
Pero a finales de la década de los años 1950 intentaron suprimir los carnavales en toda España, y digo intentaron porque en Cebreros no pudieron. En la plaza del Altozano nos reunimos, por la noche, la mayor parte de los vecinos del pueblo, a mi me llevaron mis padres, cosa que recuerdo perfectamente, recorriendo la comitiva las calles del pueblo hasta el domicilio del alcalde para protestar contra tal prohibición. El entonces gobernador de Ávila Vaca de Osma llego a decir que con Cebreros no podía.
Los hombres se pusieron brazaletes negros en las mangas de las chaquetas, las mujeres se vistieron de negro simbolizando luto, y se reunían en las casas para bailar y cantar las coplillas del carnaval; debajo de las faldillas de la mesa tenían la cesta con los retorcíos, rosquillas y bollos con la bota del vino y la botella de vino de tonel. A los niños nos mandaban ponernos en las esquinas de la calle para ver si venía la Guardia Civil y los serenos puesto que patrullaban las calles, llegando hasta poner multas a las personas que de esta forma se vestían. Pero en el pueblo que estaban todos a una, como en Fuenteovejuna, ante este hecho el gobernador tuvo que claudicar suprimiendo las multas y cambiando la palabra carnaval por Festivales de Invierno, cosa que a los cebrereños nos daba igual porque para nosotros seguían siendo los carnavales.
Al año siguiente se produjo el primer desfile de carrozas de los Festivales de Invierno, obteniendo el primer premio la carroza de La Picota, donde aparecía Pepe como reo; el segundo premio correspondió a La Iglesia Vieja y el tercero a La Viña, donde aparecía Hugo haciendo las labores del campo. También hubo un desfile de parejas ataviadas con trajes regionales y por la tarde el famoso baile del Rondón.
Actualmente los carnavales de Cebreros son muy nombrados en la provincia, en Castilla-León y hasta en Madrid llegando visitantes de toda España. Son uno de los más importantes de España. Así el domingo de Piñata que se celebra el domingo siguiente al carnaval. Siendo Cebreros uno de los pocos lugares donde ha perdurado esta fiesta y ha cogido tanta fama que se ha creado un concurso provincial de carrozas y comparsas con suculentos premios, queriendo participar pueblos de otras comunidades sin poder hacerlo por no haber cabida para tanta gente. Este domingo de Piñata participa tanto la gente que ha desfilado el domingo de carnaval en Cebreros como los premiados en los diferentes pueblos de la provincia.
Francisco Prieto García